¿Quiénes? Seis cuervos tataranietos de Hitchcock.
¿Qué? Encierran a una vaca.
¿Dónde? En una jaula de oro, en un entorno lunar o marciano.
¿Cómo? Proponiéndole una adivinanza.
¿Cuál? La del cuervo y la zorra, cambiando cuervo por vaca y zorra por cuervos.
¿Por qué? Porque creen en el juego como canto circular a la sorpresa.
Vengo cada día, vengo casi compulsivamente, aunque sepa del tiempo que hace falta, aunque sepa que no es fácil, vengo con impaciencia.
ResponderEliminarHoy me gusta, adoro el juego propuesto. Adoro el canto circular a la sorpresa. Yo creo en el juego y en ese canto. Cortázar también creía en el juego y Gadamer decía que "todo jugar es un ser jugado". Y yo vengo aquí simpre para eso mismo, para jugar, para ser jugada.